jueves, 10 de enero de 2008


La fe en un Dios vivo, la hermandad y la marihuana como elemento fundamental en sus vidas; rechazo al dominio del blanco y a la producción y consumo capitalistas; repudio al liderazgo, la opresión y el racismo, son los principales ideales del Rastafarismo.

Jamaica es el lugar donde se constituyó originalmente esta ideología como todo un concepto religioso de orientación política que envolvió las costumbres sociales convirtiéndolas en símbolo de resistencia.


Así, esta filosofía de lucha social ante la globalización de las ideas y formas de vida es efecto de la realidad social del hombre negro, sin embargo, hoy día se ha extendido mundialmente como todo un estilo de vida, y aunque aquí se nombrarán elementos que caracterizan a los Rastafaris, este movimiento ha evolucionado tanto que cada persona que lo sigue adopta de él lo que comulga con sus creencias personales.

miércoles, 9 de enero de 2008

Más que vivir, es resistir


Los dreadlocks (término para referirse al cabello largo de apariencia sucia y enredada) son una tradición que los Rastas adoptaron de tribus africanas y de la identificación con el león por ser símbolo nacional de Etiopía, para hacer presente su diferencia racial y social. Este estilo tan peculiar de cabello y usar la barba larga, encuentran sus razones en la inconformidad ante el estereotipo fijado por los blancos y la búsqueda de una identidad diferente, además -y tal vez es el principal motivo- la Biblia prohíbe el uso de navajas y objetos cortantes en el cuerpo.

Su religión, basada en la reformulación de la Biblia y el rechazo al cristianismo porque es lo que impone el estado, también les prohíbe comer cualquier alimento animal o alterado por procesos químicos, sólo se salvan los productos que brinda la tierra. Pero esta dieta vegetariana va más allá de la religión, pues los Rastafari, tras la miseria que los circunda, aceptan que aprovechando los recursos que la naturaleza les brinda pueden comer sana y nutritivamente. Entre los alimentos prohibidos están la carne, las bebidas alcohólicas y los productos elaborados con harina.

La valoración que los rastafaris tienen por el medio ambiente se extiende hasta el aspecto de la salud, ya que ellos recurren al poder curativo de las hierbas. No confían en la medicina de los blancos ni en las instalaciones hospitalarias, además, el costo es inaccesible para ellos. Pero en sí, la principal razón de los Rastas de optar por un camino alternativo es por rechazo al sistema.



El idioma no podía ser la excepción pues argumentan que la lengua que hablan no proviene de su raíz cultural. En Jamaica, por ejemplo, el habla aprendida es el inglés pero se pretende enseñar el amárico, idioma nacional etíope, con el fin de prepararse para el regreso a Etiopía, su tierra ancestral. Otro aspecto importante respecto al lenguaje, es que el “yo” es utilizado en muchas palabras recordándoles constantemente su individualidad, inclusive se han creado nuevos términos que resaltan este pronombre (Rastafar-I).

Para los Rastafaris, la marihuana forma parte de su ritual religioso pues les ayuda a mantener el equilibrio mental que permite una excelente meditación. Condenan el uso excesivo, así como la prohibición de ésta. La ganja, como ellos la llaman, es fumada por lo regular colectivamente en las denominadas “fundamentaciones”, mientras reflexionan las problemáticas sociales o algún texto bíblico, además de inspirarlos para la música y la adoración de su Dios Jah (Selassie) -quien es el Mesías reencarnado- y predicar los principios de Marcos Garvey, su Juan Bautista. Conciben al hombre como Dios, éste sólo se puede dar cuenta de su divinidad cuando usa la hierba.

El movimiento rastafariano tiene como uno de sus objetivos principales resistir la opresión y el dominio del hombre blanco y su arma más efectiva son sus costumbres. La situación del hombre negro en jamaicana se resume en este refrán popular: “si eres negro, mantente atrás; si eres moreno, quédate por aquí; si eres blanco, estás bien”.


QUÉ ES SER RASTA

La memoria del reggae canta

La difusión de la cultura Rasta se debe principalmente a la música hecha en los barrios urbanos de Jamaica, puesto que ha logrado su entrada en la Radio al mismo tiempo que la expansión de su ideología a nivel mundial.

Cuenta la historia que en los años 50 la música popular jamaiquina era el mento, fusión entre canciones folklóricas inglesas y el calypso, que para nada manejaba problemáticas del entorno social. Después llega el radio transistorizado al país caribeño junto con el rythm & blues. Éste es opacado por una programación conservadora de parte del Estado y el alto costo de los discos importados. Por este motivo surge entonces el “sistema de sonido” (camionetas equipadas con bocinas y tornamesa). Los dueños de las disqueras estacionaban sus camionetas los sábados por la noche para presentar las innovaciones rock and rolleras provenientes de Norteamérica con las que los jamaiquinos se deleitaban bailando.



En la década de los 60 el rythm & blues desaparece y el “sistema de sonido” estaba a punto de hacerlo también, pues el rock and roll tampoco se colocó entre el gusto de Jamaica. Esto convirtió a los dueños de las disqueras en productores de música nacional. Comenzaron a surgir composiciones derivadas del mento y del rythm & blues con ritmo más rápido, utilización de bajos y baterías, así como la amplificación del sonido. A esta mezcla se le llamó ska y su éxito duró cincuenta años. Posterior a este ritmo de temática amorosa, surge el rock-steady que reflejaba una conciencia hacia las problemáticas sociales: niños hambrientos, represión y discriminación policíaca. Este gran cambio en el contenido musical se debió principalmente a la influencia de la Escuela Católica de los Niños Alfa que era un reformatorio para niños “difíciles”.

También en esta década surge el movimiento de los “rude boys”, un grupo de jóvenes armados y muy violentos protegidos por los partidos políticos jamaiquinos y que provocaban pánico a los habitantes del lugar. El rock-steady se encargó de condenar a este grupo por sus ataques a la población negra de donde provenían, a sus hermanos de raza.



Finalmente, luego de la declinación del rock-steady, se da la transición al reggae a finales del periodo de los sesenta, cuyo término, se cree, es un caló referente al acto sexual. Este ritmo se convirtió en la música jamaiquina por excelencia, entre otras cosas, por que se impregnó del lenguaje Rastafari al reclamar la violencia urbana, la falta de oportunidades para la juventud, el hambre, el desempleo, el racismo, la opresión, pero principalmente, por adorar a su Dios al cantar.

Bob Marley - Africa Unite

El Profeta


"Mirad hacia África, porque cuando sea coronado un rey negro, el día de la redención estará próximo".

Esta frase le dio a Marcus Garvey el título de Profeta entre la sociedad Rastafari jamaiquina. Sus ideas representan el camino a seguir en la cultura Rasta, cuyos fundadores comulgaron profundamente con el ideal Garveísta de la repatriación a África y el poderío de la raza negra.

Análogo de Juan Bautista, el jamaiquino Garvey no sólo fue un profeta o predicador, sino que influyó de manera importante en la formación del movimiento negro rastafariano. Incansable protector de la raza de color, fundó en 1914 la Asociación Universal Pro Mejoramiento del Negro (UNIA, por sus siglas en inglés). La mayor preocupación de Garvey fue que el hombre negro de África y de todo el mundo gozara de autonomía política y económica para enfrentar de igual a igual al hombre blanco. El esfuerzo y la autoeducación eran factores indispensables para conseguir este ideal, según el caribeño.

Asimismo, el regreso a las tradiciones y a la historia negra harían posible la lucha por conseguir un desarrollo económico, político y cultural de los negros. En esa línea, la UNIA ganó adeptos en Jamaica, Inglaterra y los Estados Unidos. El movimiento planteaba que los hombres afroamericanos no podrían desarrollarse plenamente bajo el dominio blanco y sería necesario crear una sola nación africana en la cual las condiciones de vida de los negros mejorarían. La repatriación a Etiopía era el mejor camino, pero no quedó claro cuándo se llevaría a cabo el regreso a la tierra ancestral.

Garvey concebía la unión de los pueblos negros de África y la repatriación de los negros que radicaban fuera de ella. La unión panafricana y la repatriación a Etiopía lograría la expulsión de los colonizadores del continente negro y traería consigo la soberanía del África y el fortalecimiento económico de los negros. “El futuro del negro fuera de África significa ruina y desgracia”.

Marcus Garvey murió en Inglaterra en 1940.


DOCUMENTAL RASTAFARI - MARCUS GARVEY

martes, 8 de enero de 2008

Y surge el movimiento

La pobreza y la discriminación del hombre negro son las piezas principales que permiten el nacimiento de la ideología y la fe rastafari en Jamaica a principios de los años treinta. Surgido en los barrios más pobres de Kingston, el movimiento negro rastafariano representa la manera de escapar de la opresión y de las condiciones de miseria de la población afrojamaiquina.

El protestantismo y el fundamentalismo de los bautistas influyen en la formación del pensamiento religioso Rasta, basado en la interpretación de la Biblia. Los garveístas que fundan esta religión la denominan Rastafari debido a que su Mesías, antes de ser coronado emperador de Etiopía, llevaba el nombre de Tafari, al cual le antecedía el título nobiliario Ras, que significa príncipe.



Cuando Ras Tafari se convierte en el emperador Etiope y cambia su nombre por el de Haile Selassie, que significa El Poderoso de la Trinidad, adjudicándose los títulos de Rey de Reyes, León Conquistador de la Tribu de Judah y Señor de Señores, los garveístas recordaron la frase del profeta: “Mirad hacia África porque cuando sea coronado un rey negro, el día de la redención estará próximo”.

Estos garveístas encontraron en la coronación de Selassie y en la Biblia el sentido que le dio carácter de profecía a lo declarado por Marcus Garvey. En Apocalipsis 5:2,2: “Y vi un Ángel fuerte proclamando en voz alta: ¿quién es digno de abrir el libro y desatar los sellos... Y me dijo uno de los ancianos: no llores, aquí está el León de la Tribu de Judah, que venció para abrir el libro y romper sus siete sellos”.

Del mismo modo, los garveístas vieron en Apocalipsis 19:16: “y en el vestido y el muslo tiene escrito este nombre: Rey de reyes, Señor de Señores” (títulos que coinciden con los adoptados por el emperador). En las profecías de Daniel 7:9 se escribió: “seguí mirando hasta que fueron colocados los tronos y el anciano de los días se sentó, su vestidura era blanca como la nieve, y el cabello de su cabeza como lana pura”. Dijeron los Rastas que si el cabello del emperador era “como lana pura”, Daniel se refería al pelo enredado de los negros.

Los escritos de la Biblia y lo dicho por su profeta Garvey eran pruebas suficientes que permitieron afirmar a los Rastafaris que el emperador Etiope era el Mesías y que la redención de los pueblos negros fuera de África estaba cerca. Convencidos de esto, tres fueron los primeros predicadores de la fe religiosa rastafariana: Leonel Howell, Joseph Hibert y Archibald Dunkley. Este último estudió dos años la Biblia y se convenció de la divinidad de Selassie.
Haile Selassie