
Los dreadlocks (término para referirse al cabello largo de apariencia sucia y enredada) son una tradición que los Rastas adoptaron de tribus africanas y de la identificación con el león por ser símbolo nacional de Etiopía, para hacer presente su diferencia racial y social. Este estilo tan peculiar de cabello y usar la barba larga, encuentran sus razones en la inconformidad ante el estereotipo fijado por los blancos y la búsqueda de una identidad diferente, además -y tal vez es el principal motivo- la Biblia prohíbe el uso de navajas y objetos cortantes en el cuerpo.
Su religión, basada en la reformulación de la Biblia y el rechazo al cristianismo porque es lo que impone el estado, también les prohíbe comer cualquier alimento animal o alterado por procesos químicos, sólo se salvan los productos que brinda la tierra. Pero esta dieta vegetariana va más allá de la religión, pues los Rastafari, tras la miseria que los circunda, aceptan que aprovechando los recursos que la naturaleza les brinda pueden comer sana y nutritivamente. Entre los alimentos prohibidos están la carne, las bebidas alcohólicas y los productos elaborados con harina.
La valoración que los rastafaris tienen por el medio ambiente se extiende hasta el aspecto de la salud, ya que ellos recurren al poder curativo de las hierbas. No confían en la medicina de los blancos ni en las instalaciones hospitalarias, además, el costo es inaccesible para ellos. Pero en sí, la principal razón de los Rastas de optar por un camino alternativo es por rechazo al sistema.
El idioma no podía ser la excepción pues argumentan que la lengua que hablan no proviene de su raíz cultural. En Jamaica, por ejemplo, el habla aprendida es el inglés pero se pretende enseñar el amárico, idioma nacional etíope, con el fin de prepararse para el regreso a Etiopía, su tierra ancestral. Otro aspecto importante respecto al lenguaje, es que el “yo” es utilizado en muchas palabras recordándoles constantemente su individualidad, inclusive se han creado nuevos términos que resaltan este pronombre (Rastafar-I).
Para los Rastafaris, la marihuana forma parte de su ritual religioso pues les ayuda a mantener el equilibrio mental que permite una excelente meditación. Condenan el uso excesivo, así como la prohibición de ésta. La ganja, como ellos la llaman, es fumada por lo regular colectivamente en las denominadas “fundamentaciones”, mientras reflexionan las problemáticas sociales o algún texto bíblico, además de inspirarlos para la música y la adoración de su Dios Jah (Selassie) -quien es el Mesías reencarnado- y predicar los principios de Marcos Garvey, su Juan Bautista. Conciben al hombre como Dios, éste sólo se puede dar cuenta de su divinidad cuando usa la hierba.
El movimiento rastafariano tiene como uno de sus objetivos principales resistir la opresión y el dominio del hombre blanco y su arma más efectiva son sus costumbres. La situación del hombre negro en jamaicana se resume en este refrán popular: “si eres negro, mantente atrás; si eres moreno, quédate por aquí; si eres blanco, estás bien”.
Su religión, basada en la reformulación de la Biblia y el rechazo al cristianismo porque es lo que impone el estado, también les prohíbe comer cualquier alimento animal o alterado por procesos químicos, sólo se salvan los productos que brinda la tierra. Pero esta dieta vegetariana va más allá de la religión, pues los Rastafari, tras la miseria que los circunda, aceptan que aprovechando los recursos que la naturaleza les brinda pueden comer sana y nutritivamente. Entre los alimentos prohibidos están la carne, las bebidas alcohólicas y los productos elaborados con harina.
La valoración que los rastafaris tienen por el medio ambiente se extiende hasta el aspecto de la salud, ya que ellos recurren al poder curativo de las hierbas. No confían en la medicina de los blancos ni en las instalaciones hospitalarias, además, el costo es inaccesible para ellos. Pero en sí, la principal razón de los Rastas de optar por un camino alternativo es por rechazo al sistema.
El idioma no podía ser la excepción pues argumentan que la lengua que hablan no proviene de su raíz cultural. En Jamaica, por ejemplo, el habla aprendida es el inglés pero se pretende enseñar el amárico, idioma nacional etíope, con el fin de prepararse para el regreso a Etiopía, su tierra ancestral. Otro aspecto importante respecto al lenguaje, es que el “yo” es utilizado en muchas palabras recordándoles constantemente su individualidad, inclusive se han creado nuevos términos que resaltan este pronombre (Rastafar-I).
Para los Rastafaris, la marihuana forma parte de su ritual religioso pues les ayuda a mantener el equilibrio mental que permite una excelente meditación. Condenan el uso excesivo, así como la prohibición de ésta. La ganja, como ellos la llaman, es fumada por lo regular colectivamente en las denominadas “fundamentaciones”, mientras reflexionan las problemáticas sociales o algún texto bíblico, además de inspirarlos para la música y la adoración de su Dios Jah (Selassie) -quien es el Mesías reencarnado- y predicar los principios de Marcos Garvey, su Juan Bautista. Conciben al hombre como Dios, éste sólo se puede dar cuenta de su divinidad cuando usa la hierba.
El movimiento rastafariano tiene como uno de sus objetivos principales resistir la opresión y el dominio del hombre blanco y su arma más efectiva son sus costumbres. La situación del hombre negro en jamaicana se resume en este refrán popular: “si eres negro, mantente atrás; si eres moreno, quédate por aquí; si eres blanco, estás bien”.
QUÉ ES SER RASTA

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