jueves, 10 de enero de 2008


La fe en un Dios vivo, la hermandad y la marihuana como elemento fundamental en sus vidas; rechazo al dominio del blanco y a la producción y consumo capitalistas; repudio al liderazgo, la opresión y el racismo, son los principales ideales del Rastafarismo.

Jamaica es el lugar donde se constituyó originalmente esta ideología como todo un concepto religioso de orientación política que envolvió las costumbres sociales convirtiéndolas en símbolo de resistencia.


Así, esta filosofía de lucha social ante la globalización de las ideas y formas de vida es efecto de la realidad social del hombre negro, sin embargo, hoy día se ha extendido mundialmente como todo un estilo de vida, y aunque aquí se nombrarán elementos que caracterizan a los Rastafaris, este movimiento ha evolucionado tanto que cada persona que lo sigue adopta de él lo que comulga con sus creencias personales.

miércoles, 9 de enero de 2008

Más que vivir, es resistir


Los dreadlocks (término para referirse al cabello largo de apariencia sucia y enredada) son una tradición que los Rastas adoptaron de tribus africanas y de la identificación con el león por ser símbolo nacional de Etiopía, para hacer presente su diferencia racial y social. Este estilo tan peculiar de cabello y usar la barba larga, encuentran sus razones en la inconformidad ante el estereotipo fijado por los blancos y la búsqueda de una identidad diferente, además -y tal vez es el principal motivo- la Biblia prohíbe el uso de navajas y objetos cortantes en el cuerpo.

Su religión, basada en la reformulación de la Biblia y el rechazo al cristianismo porque es lo que impone el estado, también les prohíbe comer cualquier alimento animal o alterado por procesos químicos, sólo se salvan los productos que brinda la tierra. Pero esta dieta vegetariana va más allá de la religión, pues los Rastafari, tras la miseria que los circunda, aceptan que aprovechando los recursos que la naturaleza les brinda pueden comer sana y nutritivamente. Entre los alimentos prohibidos están la carne, las bebidas alcohólicas y los productos elaborados con harina.

La valoración que los rastafaris tienen por el medio ambiente se extiende hasta el aspecto de la salud, ya que ellos recurren al poder curativo de las hierbas. No confían en la medicina de los blancos ni en las instalaciones hospitalarias, además, el costo es inaccesible para ellos. Pero en sí, la principal razón de los Rastas de optar por un camino alternativo es por rechazo al sistema.



El idioma no podía ser la excepción pues argumentan que la lengua que hablan no proviene de su raíz cultural. En Jamaica, por ejemplo, el habla aprendida es el inglés pero se pretende enseñar el amárico, idioma nacional etíope, con el fin de prepararse para el regreso a Etiopía, su tierra ancestral. Otro aspecto importante respecto al lenguaje, es que el “yo” es utilizado en muchas palabras recordándoles constantemente su individualidad, inclusive se han creado nuevos términos que resaltan este pronombre (Rastafar-I).

Para los Rastafaris, la marihuana forma parte de su ritual religioso pues les ayuda a mantener el equilibrio mental que permite una excelente meditación. Condenan el uso excesivo, así como la prohibición de ésta. La ganja, como ellos la llaman, es fumada por lo regular colectivamente en las denominadas “fundamentaciones”, mientras reflexionan las problemáticas sociales o algún texto bíblico, además de inspirarlos para la música y la adoración de su Dios Jah (Selassie) -quien es el Mesías reencarnado- y predicar los principios de Marcos Garvey, su Juan Bautista. Conciben al hombre como Dios, éste sólo se puede dar cuenta de su divinidad cuando usa la hierba.

El movimiento rastafariano tiene como uno de sus objetivos principales resistir la opresión y el dominio del hombre blanco y su arma más efectiva son sus costumbres. La situación del hombre negro en jamaicana se resume en este refrán popular: “si eres negro, mantente atrás; si eres moreno, quédate por aquí; si eres blanco, estás bien”.


QUÉ ES SER RASTA

La memoria del reggae canta

La difusión de la cultura Rasta se debe principalmente a la música hecha en los barrios urbanos de Jamaica, puesto que ha logrado su entrada en la Radio al mismo tiempo que la expansión de su ideología a nivel mundial.

Cuenta la historia que en los años 50 la música popular jamaiquina era el mento, fusión entre canciones folklóricas inglesas y el calypso, que para nada manejaba problemáticas del entorno social. Después llega el radio transistorizado al país caribeño junto con el rythm & blues. Éste es opacado por una programación conservadora de parte del Estado y el alto costo de los discos importados. Por este motivo surge entonces el “sistema de sonido” (camionetas equipadas con bocinas y tornamesa). Los dueños de las disqueras estacionaban sus camionetas los sábados por la noche para presentar las innovaciones rock and rolleras provenientes de Norteamérica con las que los jamaiquinos se deleitaban bailando.



En la década de los 60 el rythm & blues desaparece y el “sistema de sonido” estaba a punto de hacerlo también, pues el rock and roll tampoco se colocó entre el gusto de Jamaica. Esto convirtió a los dueños de las disqueras en productores de música nacional. Comenzaron a surgir composiciones derivadas del mento y del rythm & blues con ritmo más rápido, utilización de bajos y baterías, así como la amplificación del sonido. A esta mezcla se le llamó ska y su éxito duró cincuenta años. Posterior a este ritmo de temática amorosa, surge el rock-steady que reflejaba una conciencia hacia las problemáticas sociales: niños hambrientos, represión y discriminación policíaca. Este gran cambio en el contenido musical se debió principalmente a la influencia de la Escuela Católica de los Niños Alfa que era un reformatorio para niños “difíciles”.

También en esta década surge el movimiento de los “rude boys”, un grupo de jóvenes armados y muy violentos protegidos por los partidos políticos jamaiquinos y que provocaban pánico a los habitantes del lugar. El rock-steady se encargó de condenar a este grupo por sus ataques a la población negra de donde provenían, a sus hermanos de raza.



Finalmente, luego de la declinación del rock-steady, se da la transición al reggae a finales del periodo de los sesenta, cuyo término, se cree, es un caló referente al acto sexual. Este ritmo se convirtió en la música jamaiquina por excelencia, entre otras cosas, por que se impregnó del lenguaje Rastafari al reclamar la violencia urbana, la falta de oportunidades para la juventud, el hambre, el desempleo, el racismo, la opresión, pero principalmente, por adorar a su Dios al cantar.

Bob Marley - Africa Unite

El Profeta


"Mirad hacia África, porque cuando sea coronado un rey negro, el día de la redención estará próximo".

Esta frase le dio a Marcus Garvey el título de Profeta entre la sociedad Rastafari jamaiquina. Sus ideas representan el camino a seguir en la cultura Rasta, cuyos fundadores comulgaron profundamente con el ideal Garveísta de la repatriación a África y el poderío de la raza negra.

Análogo de Juan Bautista, el jamaiquino Garvey no sólo fue un profeta o predicador, sino que influyó de manera importante en la formación del movimiento negro rastafariano. Incansable protector de la raza de color, fundó en 1914 la Asociación Universal Pro Mejoramiento del Negro (UNIA, por sus siglas en inglés). La mayor preocupación de Garvey fue que el hombre negro de África y de todo el mundo gozara de autonomía política y económica para enfrentar de igual a igual al hombre blanco. El esfuerzo y la autoeducación eran factores indispensables para conseguir este ideal, según el caribeño.

Asimismo, el regreso a las tradiciones y a la historia negra harían posible la lucha por conseguir un desarrollo económico, político y cultural de los negros. En esa línea, la UNIA ganó adeptos en Jamaica, Inglaterra y los Estados Unidos. El movimiento planteaba que los hombres afroamericanos no podrían desarrollarse plenamente bajo el dominio blanco y sería necesario crear una sola nación africana en la cual las condiciones de vida de los negros mejorarían. La repatriación a Etiopía era el mejor camino, pero no quedó claro cuándo se llevaría a cabo el regreso a la tierra ancestral.

Garvey concebía la unión de los pueblos negros de África y la repatriación de los negros que radicaban fuera de ella. La unión panafricana y la repatriación a Etiopía lograría la expulsión de los colonizadores del continente negro y traería consigo la soberanía del África y el fortalecimiento económico de los negros. “El futuro del negro fuera de África significa ruina y desgracia”.

Marcus Garvey murió en Inglaterra en 1940.


DOCUMENTAL RASTAFARI - MARCUS GARVEY

martes, 8 de enero de 2008

Y surge el movimiento

La pobreza y la discriminación del hombre negro son las piezas principales que permiten el nacimiento de la ideología y la fe rastafari en Jamaica a principios de los años treinta. Surgido en los barrios más pobres de Kingston, el movimiento negro rastafariano representa la manera de escapar de la opresión y de las condiciones de miseria de la población afrojamaiquina.

El protestantismo y el fundamentalismo de los bautistas influyen en la formación del pensamiento religioso Rasta, basado en la interpretación de la Biblia. Los garveístas que fundan esta religión la denominan Rastafari debido a que su Mesías, antes de ser coronado emperador de Etiopía, llevaba el nombre de Tafari, al cual le antecedía el título nobiliario Ras, que significa príncipe.



Cuando Ras Tafari se convierte en el emperador Etiope y cambia su nombre por el de Haile Selassie, que significa El Poderoso de la Trinidad, adjudicándose los títulos de Rey de Reyes, León Conquistador de la Tribu de Judah y Señor de Señores, los garveístas recordaron la frase del profeta: “Mirad hacia África porque cuando sea coronado un rey negro, el día de la redención estará próximo”.

Estos garveístas encontraron en la coronación de Selassie y en la Biblia el sentido que le dio carácter de profecía a lo declarado por Marcus Garvey. En Apocalipsis 5:2,2: “Y vi un Ángel fuerte proclamando en voz alta: ¿quién es digno de abrir el libro y desatar los sellos... Y me dijo uno de los ancianos: no llores, aquí está el León de la Tribu de Judah, que venció para abrir el libro y romper sus siete sellos”.

Del mismo modo, los garveístas vieron en Apocalipsis 19:16: “y en el vestido y el muslo tiene escrito este nombre: Rey de reyes, Señor de Señores” (títulos que coinciden con los adoptados por el emperador). En las profecías de Daniel 7:9 se escribió: “seguí mirando hasta que fueron colocados los tronos y el anciano de los días se sentó, su vestidura era blanca como la nieve, y el cabello de su cabeza como lana pura”. Dijeron los Rastas que si el cabello del emperador era “como lana pura”, Daniel se refería al pelo enredado de los negros.

Los escritos de la Biblia y lo dicho por su profeta Garvey eran pruebas suficientes que permitieron afirmar a los Rastafaris que el emperador Etiope era el Mesías y que la redención de los pueblos negros fuera de África estaba cerca. Convencidos de esto, tres fueron los primeros predicadores de la fe religiosa rastafariana: Leonel Howell, Joseph Hibert y Archibald Dunkley. Este último estudió dos años la Biblia y se convenció de la divinidad de Selassie.
Haile Selassie

Pinnacle



Howell fundó Pinnacle, sociedad ubicada en una montaña y constituida por seguidores rastafaris con el fin de establecer el reino terrenal: la policía invadió el lugar y encarceló a Howell, junto con 70 Rastafaris acusados de violencia y cultivo de marihuana.


En 1943 se formó otra vez la sociedad, pero ahora con guardia armada, convirtiéndose aquello en una tropa que asaltaba a los pueblos aledaños. Pinnacle fue invadida otra vez en 1945 por el cultivo de cannabis (marihuana).

Nyiabinghi

La Orden Nyiabinghi, dirigida por Selassie, se formo durante la invasión de Italia a Etiopía para derrocar por medio de las armas al dominio blanco. Esto inspiró a los seguidores de Howell que actuaron bajo la consigna “muerte a los opresores blancos y a sus aliados negros”. Fueron los primeros en dejar crecer el pelo y la barba para identificarse con el León, símbolo de Etiopía.

A finales de la década de los 50, Claudius Henry, jamaiquino emigrado a Estados Unidos durante la segunda guerra mundial tuvo dos visiones que desarrollaron el movimiento rastafari. Vio a Dios padre en forma de águila, al hijo en la forma de un mestizo, y al espíritu santo en la de un hombre negro. Estos le recomendaron leer a Isaías 58 al regresar a casa. En el versículo 12 encontró: “y levantaras los fundamentos de muchas generaciones, y te llamarán Reparador de la Brecha y restaurador de las veredas para habitar”.

Después de trece años en norteamérica tuvo otra visión que le ordenaba regresar a Jamaica y leer Isaías 45. Los parlamentos de Henry giraban en torno a cuatro puntos: su condición de profeta elegido por Dios, la divinidad de Selassie, el retorno a África y la conveniencia de usar el sábado y no el domingo como día de asueto y devoción.

La creencia en la divinidad profética de Henry fue motivo de conversión de muchos adeptos a la fe Rastafari. Los jamaiquinos adoptaron en Henry una esperanza salvadora. En 1959 miles de personas se presentaron a la casa de Henry para emprender el viaje de repatriación.

Henry empezó a introducir la idea de que no era necesaria la repatriación: Jamaica era un pueblo negro y por lo tanto ya formaba parte de África. La labor de desarrollo comunitario arraigó más a los Rastafaris a Jamaica y se perdió un poco la idea de repatriación.

Después de que la policía fue informada de que Henry planeaba tomar el poder, ésta irrumpió en su oficina y encontró una carta a Fidel Castro y varias armas. La carta a Castro se refería a que después de la toma del gobierno jamaiquino y de la repatriación, Jamaica sería dejada en manos de Fidel: “Fidel Castro será líder de Jamaica en un futuro próximo... porque no queremos Jamaica, queremos regresar a casa”.


La Universidad de las indias Occidentales hizo una investigación para definir las demandas rastafaris y logró que se mandara una delegación a países Africanos. Esto reforzó la idea de repatriación y cambió la opinión pública acerca de los Rastas. El estudio realizado por la Universidad y la delegación, representaron el reconocimiento oficial de la existencia de los Rastafaris.

Samuel Brown, líder Rastafari, desarrolló los principios del movimiento. Entre los principales se encuentra terminar con la supremacía blanca, la repatriación y poder, un pueblo libre e independiente en Jamaica, un movimiento político propio y ayudar a los pobres y oprimidos. Estos fundamentos llevan a la creación de la Asociación de Movimiento Rastafari (AMR).

Cuando el gobierno jamaiquino invitó al rey Selassie a una visita a jamaica, alrededor de cien mil personas lo esperaron en el aeropuerto con la esperanza de la repatriación a Etiopía. A las ceremonias fueron invitados 60 líderes Rastafaris. Tal fue la importancia de la visita que el 21 de abril es ahora fecha festiva. Otro dato importante es que Selassie dio a algunos líderes rastafaris un supuesto mensaje en el sentido de no repatriarse sin antes haber liberado a Jamaica. Esto resultó en una visión menos escapista y más constructiva del movimiento.

Cuando Henry sale de la cárcel después de siete años de prisión se dedica a construir el reino terrenal,. La repatriación se abandonó definitivamente. Lo que mantenía unido al grupo ya no es tanto la fe rastafari sino la fe en Henry como profeta divino, pero también la esperanza de los pobres de haber encontrado un líder con iniciativa que escapa al milenarismo y la mística de la ideología rastafari, creando una alternativa real.


LA ORDEN DE LOS NYIABINGHI

El Mesías

Ser rastafari implica reconocer la divinidad de Haile Selassie. El que es rasta rechaza el hecho de que en el cielo se encuentre un Dios al que sólo conocerá cuando esté muerto. Al mismo tiempo, la religión y el pensamiento rastafariano rechazan la idea de que el sufrimiento es necesario en la tierra para vivir la felicidad en el más allá. Es por eso que las ideas cristianas son vistas como malas por que promueven la felicidad futura a cambio del conformismo. Esto, dice, contribuye a la enajenación de los pueblos.

La Biblia es parte importante de la religión Rastafari. Por un lado se rechaza el engaño, el conformismo y la manipulación de las iglesias. Por el otro, la religión Rastafari recupera la Biblia desde la interpretación fundamentalista de las sectas no conformistas y protestantes.

La divinidad de Selassie, El Rey de Reyes, está fundamentada en la Biblia; sin embargo, su trayectoria política está muy lejos de la deidad que le atribuyen los Rastas. Selassie es el instrumento que utilizan para alcanzar la dignidad racial. Según los Rastafari, el emperador Selassie fue coronado por ordenes omnipotentes para repatriar a los afroamericanos y mejorar sus condiciones de vida. Los rastas eran los elegidos de Dios por su sometimiento y la persecución de que eran víctimas en el exilio.

Muchos rastafaris agregan Ras a su nombre o se nombran Rastafari. Según su religión, no necesitan intermediarios para hablar con Dios.

La muerte de Selassie después de su derrocamiento no destruyo la idea de ser divino que le conferían los Rastafaris. Al contrario, siguió siendo el símbolo del poder de la raza negra y reconocerlo como Dios es un paso para recuperar la dignidad y el orgullo de la raza de color.

DOCUMENTAL RASTAFARI - HAILE SELASSIE I

Mira la esencia, no las apariencias


“Ser Rasta es ser lo más natural que se pueda”, dice Arturo Gutiérrez, estudiante del Colegio de Ciencias y Humanidades Plantel Vallejo. Comenta que para un Rastafari, el único templo es su cuerpo y éste tiene que ser debidamente cuidado: no bebiendo, no comiendo carne, inclusive, no fumando siquiera la tan preciada ganja. “No hay pretexto para que un Rasta fume marihuana “por aquí y por allá”. En la religión Rastafari el ‘holy man’, hombre santo, es el único que puede fumarla”.

Arturo no se considera Rastafari, pues no le gusta etiquetar, pero explica que de esta ideología ha retomado lo que le ayuda a ser mejor. Para Arturo no es malo beber alcohol y mucho menos comer carne, pues los argumentos que los Rastas dan sobre la protección a los animales no los comparte: “tú estás comiendo el cadáver de un animal, pero al comer verduras también te estas comiendo un cadáver de un ser vivo”.

El motivo por el que no adopta, tal cuál, el estilo de vida de ésta filosofía, es porque la respeta tanto que no le gustaría hacer algo en contrario a ella, “tú no puedes seguir nunca una ideología al cien por ciento, siempre vas a tener alguna falla, por eso yo la respeto”.

Asimismo, dice que lo poco que lleva consigo del Rastafarismo lo hace con dignidad. Arturo se toca sus dreadlocks y al mismo tiempo explica que no le da pena que lo vean así y, orgullosamente, cuenta el significado que tienen dentro de la cultura Rasta y lo que para él son. “Dreadlocks es peinado espantoso, fenomenal, pero viene del antiguo testamento, de las leyes de Moisés”. Éstas manifiestan que no puedes cortar o peinar ni tus cabellos ni tus barbas, aclara. Él porta este peinado pues representa la unidad, “si tú tomas un cabello se rompe, se quiebra, pero tú toma un dread y qué pasa, no pasa nada, como no lo puedes quebrar quiere decir que tu raíz es fuerte, por lo que también representa las raíces culturales”, tanto las suyas como las de otros pueblos.

Acerca de cómo se adopta la cultura Rasta en México, asegura que es más por moda que por convicción y menciona el ejemplo tanto de la música como de los colores que representan a esta filosofía. Expone que aunque optes por la forma de pensar o actuar de un grupo específico, no deja de ser moda desde el momento en que te etiquetas para formar parte de éste.


“Tú lo llevas por dentro, el ser rastafari es la música, la ideología, las creencias”, interrumpe Jorge, amigo de Arturo y estudiante; sostiene que no se necesita llevarlo por fuera, “no es para que todos digan "hay mira es rastafari", no es como un anuncio... es como yo, no me vez pandrosón, puedes ver al más trajeado y ser el más rasta”.

Cultura Rasta a la Mexicana...




“No todos los que traen dread son rastas y no todos los que no traen no son rastas, yo me considero más Razteca”, esto es, “la religión Rasta dirigida hacia un ambiente más prehispánico”, dice Jonathan. Por otra parte explica que él ha retomado el llevar dreadlocks porque son su corona y la protección para agradecer a dios Jah. De la marihuana comenta:

-¿Qué es la marihuana para los rastas?

-Es una planta de poder, no cualquiera la debe de utilizar. Allá en Etiopía la primer bebida que le dan al bebé es un té de marihuana, pero como aquí no se tiene cultura de eso hay muchos que no saben manejar esa energía y tan drástico es que te puedes quedar en el llamado viaje, que no sepas de ti, que se pierda tu alma, entonces la marihuana es algo preciado para los Rastafaris, es el camino a la espiritualidad y al dios Jah o Selassie. Yo trato de utilizarlo en este sentido porque sí es un camino difícil. Es como en una carretera, tú te subes al carro que quieras no en el que te quieran llevar.

Para él, la inconciencia que hay en México sobre las ideas y los fines que tiene la filosofía Rastafari es evidente y, según esto, retoma la propuesta de una religión hecha de la mezcla de elementos del Rastafarismo con principio de nuestros ancestros. Parte del movimiento Razteca se refleja claramente en “grupos que tienden a hacer reggae en nahuatl, por ejemplo los Yerberos y Antidoping”.

Jonathan expone que el concepto del Rastafarismo surge de la fusión entre tribus de los Orillas y tribus católicas, dando como resultado la creencia en Jah, quien representa el Dios sobre la Tierra y el reconocimiento de un profeta, Marcus Garvey. Luego de esta unión, señala que con el reggae se da el boom de la cultura. Ya bien formado y propagado todo este movimiento religioso, se comienza a difundir que la cultura Rasta tiene muchas similitudes con “la tierra de Anáhuac que es la nuestra, o sea, la cultura Mexica” y es cuando surge el término Razteca. De igual forma, resalta que es muy importante que no se pierda toda esta serie de conjuntos culturales ya que son parte de nuestras raíces. Además, insiste en que no por ello se debe dejar de lado las propuestas de otras culturas.

Para cerrar con broche de oro reafirma los cuatro puntos fundamentales de la filosofía Rasta: la creencia en el Dios Jah; la repatriación de los negros; la esperanza en la Nueva Jerusalén, que es Etiopía y llegar a la superioridad de la raza negra sobre la blanca: “el blanco va a ser esclavo y el negro va a ser el amo”. Asimismo, menciona los elementos del movimiento Razteca que coinciden con la religión de origen Etiope. Fundamentalmente es “que todo tiene energía, un árbol tiene energía, un animal tiene energía, la tierra tiene energía, el cielo tiene energía... así como la dominación de razas negras e indígenas”.

lunes, 7 de enero de 2008

Rastafari, movimiento fundamentalista y catártico...



Óscar Solórzano, antropólogo social, afirma que la filosofía Rastafari es un movimiento fundamentalista pues con base en esa religión se reestructuran las relaciones sociales de los que profesan este credo, además, “su característica principal es su deidad Jah y mucho de lo que plantean es regresar a sus orígenes, regresar a Africa, a Etiopía”.

Para el antropólogo, esta doctrina se retoma simplemente como moda cuando se entra en el juego de enajenación musical y no se profundiza en lo que es la cultura Rasta y en la propuesta que ésta da. Comenta que estamos en una época donde la globalización lleva a un “consumismo muy grueso”, pero, según él, la cultura Rasta tiene muchas cosas positivas que México puede retomar: “lo que es la paz, el amor, la armonía con la naturaleza, porque otro de sus principios es buscar tu paz interior y transmitirla a los demás”.

Solórzano se confiesa fanático del Reggae, aunque no como expresión religiosa. Se inclina más por el aspecto musical y todo el mensaje que contiene: insita a la rebeldía y resistencia para acabar con la pobreza y la opresión, además de la profundidad política que tiene para acabar con el racismo y la discriminación. Por otro lado, el aspecto que le desagrada es que la religión combate la dominación, pero al mismo tiempo sirve para dominar. Reconoce que precisamente este fundamentalismo, junto con el consumo excesivo de marihuana y el reggae, juegan un papel catártico muy importante.

-Y ¿cómo se ha deformado el concepto en México?
-En México tenemos una forma muy especial de agarrar las cosas que vienen de afuera y adaptarlas a nuestro contexto. Aquí se hace reggae, inclusive hasta hay comunidades Rasta y bares donde puedes escuchar esta música y fumar marihuana.

“El León no es Como se Pinta”


En México, dice Norma Sandoval, lo Rastafari es sólo una moda. “La gente en realidad no sabe de la religión, ni de dónde viene, ni porqué está en México, ni quiénes la trajeron”.

Luce unos dreadlooks en su peinado y aunque reconoce que son parte de un look que se ha puesto de moda entre los jóvenes, afirma que les ha atribuido un significado especial: representan la unión entre “todas mis ideologías y todos mis pensamientos”.

Mucha gente ha empezado a lucir los famosos dreadlooks que caracterizan a los Rastafari. El pelo enredado y largo alrededor de su cabeza es un símbolo de pertenencia y de fe. Norma asegura que aunque muchos jóvenes los utilizan porque les gusta cómo se ven, cada uno le confiere el significado que desea.

“Para mí (los dreadlooks) son una forma de dirigirme al mundo, son la unión de mis ideologías y significan resistencia, porque tenemos que resistir ciertas cosas, y traer esto significa resistir, hasta críticas.”

Según Norma, la religión Rastafari no es una religión que esté bien estructurada en México “He querido informarme de muchas cosas, pero preguntas sobre algo y son muy discordantes las respuestas que te dan”. En las canciones de reggae, dice, se utiliza mucho la palabra Babilon (Babilonia es un pueblo rechazado tradicionalmente por la cultura Rastafari) y “unos te dicen que es el bien y otros que es el mal... no hay una religión aquí en México porque en realidad muy poca gente está informada”.

“Es muy chido” el ideal Rastafari porque habla sobre la hermandad y la convivencia entre seres humanos, comenta Norma. Sin embargo, explica que “aquí hay quienes se dicen rastafaris pero en realidad son muy déspotas, predican algo y ni siquiera son así... se sienten más que la otra gente y hacen una diferenciación”.
Aunque “bajita la mano te meten lo de las drogas”, Norma dice tomar del rastafarismo la hermandad y los ideales que buscan terminar con el racismo, la opresión y el odio. “No necesariamente tienes que marihuanearte”, no obstante, “eso también tiene un significado para cada quien”.

“Vive y Deja Vivir”

BANDA DE REGGAE VICTORIA MALAWI



Alberto Medina, “El Cuas”, es integrante de la banda de reggae Victoria Malawi y práctica la religión Rastafari. Cree en el Dios Selassie (Jah) aunque dice tener raíces católicas “porque en mi casa me criaron así”.

Para “El Cuas”, la manera en que visten los jóvenes adoptando los dreadlooks, la vestimenta y la barba típica del Rasta es un forma de manifestarse más que una religión, pero también una moda. “Es una forma de expresión, yo lo hago por que toco en un grupo de reggae... es un movimiento en sí, pero viéndolo bien se ha convertido en una moda para muchos”. Sus ideales rastafaris lo han acompañado por muchos años: su caso no es el de un chavo que voltea al rastafarismo por moda.

Un lema del rastafarismo, dice “El Cuas”, es “vive y deja vivir... haz tus cosas sin que te importe lo que digan los demás o lo que hagan”.

Para la religión Rastafari, explica “El Cuas”, la marihuana es un producto de la tierra que hay que aprovechar. La fe rasta dice que todo producto de la tierra debe ser aprovechado por el hombre; para los Rastas que la consumen, es un símbolo religioso.

“Yo diario la consumo como si estuviera comiendo... no es una adicción, la consumo cuando de verdad siento que la necesito, es como si te diera hambre”, comenta. La marihuana es para él una manera de “llegar a una a calma: te pones a pensar muchas cosas, a meditar”.
“El Cuas” toca en Victoria Malawi porque disfruta mucho de la música reggae: “somos un grupo de fanáticos del reggae, nos gusta tocarlo. Somos chavos Rastafari que nos juntamos para tocar porque teníamos música adentro pero no la podíamos expresar”. Trata de transmitir con su música una paz y promover el uso de conciencia de los individuos ante los problemas que aquejan al mundo, ya que el reggae es “la música principal en la que se oye el uso de protesta”.